Hace unas semanas, en una charla en la oficina, surgió el debate de si la cantidad de partidos que un equipo juega en un corto periodo de tiempo afecta a la presión defensiva. Al principio, solo hablamos de algunos casos concretos y de equipos puntuales, luego decidimos investigar y descubrir qué dicen nuestros datos sobre esta cuestión. La hipótesis es que tras el parón por el covid y al tener una mayor carga de partidos los equipos no presionan tanto al rival. Para contrastar esta hipótesis nos hemos metido a fondo en los datos y hemos intentado explicar la cuestión.
Para comenzar el análisis contrastamos si el estilo de juego de los equipos ha cambiado con el parón, puesto que no podremos sacar conclusiones válidas en el caso en que los equipos hayan cambiado la forma de jugar. Hemos seleccionado los equipos de las cinco grandes ligas europeas que han jugado todos los partidos en las dos últimas temporadas, descartando los equipos que han subido a la primera división y, también, los que han bajado dado que queremos mantener robustez en la muestra. De esta forma no sesgamos los datos de estilo de juego de los equipos puesto que tenemos como objeto de estudio los mismos clubes tanto previo al parón como posterior a este.

Para medir el estilo de juego de los equipos hemos seleccionado varias métricas de pase: cantidad de pases que ocurren en campo propio y campo rival, distancia media de los pases en campo propio y campo rival y porcentaje de pases en campo propio vs. campo rival. Como podemos ver en la gráfica, no hay cambios significativos en el estilo de juego de los equipos entre los periodos previos al parón y posteriores. Apenas encontramos variación en la distancia y cantidad de pases realizados en campo propio y en campo contrario. Por lo tanto, podemos superar el primer posible sesgo del análisis al haber comprobado que los estilos de juegos no han sufrido cambios significativos.
Una vez hemos comprobado que los equipos han mantenido un volumen y estilo de pases similar en ambos periodos, procedimos a analizar la presión que hacen los equipos al rival. Para ello, la métrica que hemos utilizado ha sido PPDA (passes per defensive action). Esta métrica mide la cantidad de pases que permites al equipo rival por cada acción defensiva que tu equipo realiza. Cuanto mayor sea esta métrica menor presión estás realizando puesto que permites al rival tener más libertad para asociarse con balón. Podemos observar como el PPDA pre parón tenía un valor de 13.85, mientras que después del parón tiene un valor de 14.92. Esto quiere decir que de media los equipos conceden más de un pase al rival por cada acción defensiva. Este cambio es elevado y por lo tanto consideramos que es significativo. La hipótesis de que tras el parón por el covid y tener una mayor carga de partidos los equipos no presionan tanto al rival es cierta según nuestro análisis.
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