Con la posibilidad de hacer una pretemporada completa y definir lo que busca en el Chelsea actual, Mauricio Pochettino suma los suficientes meses en el cargo como para poder valorar su trabajo. El argentino ha repetido en numerosas ocasiones la necesidad de dar tiempo a un proyecto que ha fichado multitud de jóvenes por mucho dinero para competir con proyectos mucho más sólidos y en mejor posición pero, ¿qué ha cambiado en el Chelsea?
El fútbol es un deporte donde confluyen innumerables razones para explicar el rendimiento de un equipo, entre ellas el azar, pero las dinámicas prolongadas no suelen engañar. Y las áreas tampoco. A pesar de gastar mucho dinero, el Chelsea 22/23 tuvo un problema grave en las áreas. Y es que, sólo en Premier League, el equipo marcó 37 goles sin penaltis de los 53 Goles Esperados generados, fallando ocasiones muy claras partido tras partido. En el cómputo global de la temporada, los datos dicen que generó ocasiones por valor de 70 Goles Esperados. Sólo marcó 47.
A nivel ofensivo, en lo estrictamente numérico, las cosas han mejorado: se generan más xG por partido, se necesitan menos xG para marcar un gol y se marcan más goles sin penaltis. Ahora mismo, a mediados de marzo ya lleva exactamente los mismo número de Goles Esperados, sumando 66 goles en 70 xG, casi 20 goles más jugando las mismas competiciones, jugando incluso una final de League Cup, perdida en el último momento.
Donde las cosas no van tan bien es a nivel defensivo. El Chelsea 23/24 recibe más goles, el rival necesita mucho menos xG para marcar un gol, recupera muchos menos balones en campo contrario (menos de 5 por encuentro, por las 15 del año anterior) y recibe más remates en contra. Su actividad defensiva en campo contrario ha decaído, quizás buscando otro tipo de idea en la que se recupera más atrás y se tiene más espacio para atacar. Además, lo más importante: ha encajado 44 goles sin penaltis, cuando en toda la 22/23 encajó 48, sumando solamente cinco porterías a cero.
A esto se le añade que su rendimiento defensivo depende en gran medida de que Thiago Silva y Levi Colwill puedan sumar minutos. Cuando no lo han hecho, el rendimiento de Badiashile, Disasi, Chalobah y toda la defensa ha sido claramente más débil. Ellos don influyen tanto en la seguridad como en la personalidad para progresar con el balón.
Sin embargo, a nivel de estilo ofensivo las cosas no han cambiado demasiado. El Chelsea es el 4º equipo con más posesión de balón pero no lo traduce en peligro, siendo el 10º en Goles Esperados. Además continúa siendo uno de los equipos que más pases acumula antes de realizar un disparo, con 41 pases de promedio por cada tiro. En su caso, dar tantos pases no se está traduciendo en más profundidad, remates, toques en el área u ocasiones de gol.
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