No hay ningún país que reúna de tal y forma y en tantos jugadores la evolución física y técnica del futbolista. La vigente campeona del mundo vive un momento especialmente prolífico en la producción de talento, siendo recurrente el debate que se genera cada vez que su seleccionador Didier Deschamps comunica su lista de convocados y multitud de futbolistas se quedan fuera. Un país que podría formar tres convocatorias de máximo nivel en cuya primera lista ya se encuentra Aurelién Tchouaméni, otro de los grandes mediocentros que intenta hacerse hueco entre Pogba y Kanté, la pareja campeona del mundo.
Ya asentado en la élite del fútbol francés, no es de extrañar que Tchouaméni busque un destino que le permita jugar la Liga de Campeones, competición en la que debería comenzar a disputar basándonos en su talento actual y potencial. Hablamos de un jugador que con 19 años se le comenzó a quedar pequeño el Girondins de Burdeos, desde donde fue traspasado por 18 millones al AS Monaco, en una operación extraordinaria para el conjunto monegasco.
Ya desde aquella temporada se pudieron comprobar sus dos principales características: unas condiciones físicas espectaculares para el choque, la cobertura de terreno en horizontal y vertical y una gran capacidad para el pase largo o profundo cuando dispone de tiempo y hombres rápidos que encontrar al espacio. Su margen de mejora con la pelota, unido a su enorme impacto en todos los duelos defensivos, le convierten en uno de los proyectos más importantes del continente. Su mapa de calor delata a un jugador que domina una parcela de terreno que, en condiciones normales, cubren dos jugadores.
Esta movilidad para dominar una zona tan grande no repercute en la tasa de éxito en los duelos individuales, donde es uno de los jugadores más difíciles de rebasar tanto en la Ligue 1 como en las cinco grandes ligas. Sumando todas sus recuperaciones en las dos últimas temporadas (2020-21 y la 21-22), se puede ver de otra forma (mapa siguiente) su radio de acción por todo el campo. Su despliegue físico es total.
Este crecimiento en las últimas dos temporadas le han valido para gozar de la confianza de Didier Deschamps en la última Nations League. Comparado con otros grandes mediocentros de las grandes ligas europeas, el rendimiento de Tchouaméni en diferentes estadísticas defensivas le sitúan como miembro de la élite de manera indudable.
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