La compra por parte de la Roma de Mourinho del delantero uzbeko de 1995 Eldor Shomurodov no ha extrañado demasiado, al menos para los aficionados a la Serie A. Aterrizado en Italia el pasado verano procedente de la Premier League rusa, Shomurodov se dio a conocer en el Genoa C.F.C., con el que marcó 8 goles y 1 asistencia en 31 partidos.
Tras sus excelentes actuaciones, el AS Roma y, sobre todo, su nuevo entrenador, José Mourinho, han decidido apostar fuerte por el joven, cerrando un acuerdo por un total de 20 millones. Los rossoblù también se han asegurado un 10% sobre futuras ventas.
Apodado el Messi uzbeko, Shomurodov es un segundo delantero diestro con buena técnica y capacidad para moverse por todo el frente de ataque. Nuestro mapa de calor muestra que el delantero uzbeko es muy dinámico y le gusta jugar entre líneas, prefiriendo ocupar la banda izquierda con más frecuencia.
El nuevo fichaje del AS Roma se mueve bien desde la banda izquierda, donde intenta, con cierto éxito, comunicarse con sus compañeros (su índice de pse en los últimos 30 metros está muy por encima de la media, por encima del 70% entre los delanteros de las 5 mejores ligas), y trata de activar a sus compañeros con pases filtrados que pueden romper la defensa del rival. La temporada pasada en la Serie A, Shomurodov consiguió dar casi un pase clave (0,91) por cada 90 minutos, lo que le convierte en uno de los mejores pasadores de la Serie A con al menos 1000 minutos jugados. Sin embargo, tiene que mejorar para ser más decisivo a la hora de crear asistencias a sus compañeros, produciendo actualmente un valor xA de 0,008 por partido.
Su dinamismo también permite al delantero uzbeko ser un elemento importante en la parte defensiva, siendo capaz de trabajar bien para el equipo -tal y como le gusta a The Special One-, como demuestran su porcentaje de tackles, teniendo un rendimiento superior a la media entre los delanteros de las 5 grandes ligas (1,24 tackles por partido). Su capacidad para ponerse a disposición del equipo también se refleja en su capacidad para recuperar el balón, como demuestran sus números en el pressing individual.
A pesar de sus 190 cm, las mayores amenazas de Shomurodov parecen provenir de su capacidad para atacar el espacio y la profundidad y ser muy peligroso en campo abierto. El delantero uzbeko recibe más de tres balones largos en campo contrario por cada 90 minutos de juego, lo que le sitúa por encima de la media de las 5 grandes ligas.
Aunque todavía inmaduro en algunos aspectos como la eficacia aérea -sobre todo teniendo en cuenta su altura- y la presencia en el área contraria (de momento promedia algo más de cuatro toques en el área por partido), los giallorossi han conseguido sin duda una de las sorpresas de la pasada temporada en la Serie A. ¿Será The Special One capaz de llevar al delantero uzbeko y al AS Roma al siguiente nivel?
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