No nos vamos a engañar: es difícil. Al menos si sólo lo hacemos con todo lo que tiene entre manos una base de datos profunda, trabajada y modelada para medir rendimiento. Siempre hace falta ver al jugador. Pero no es imposible, podemos acercarnos a él si encontramos un buen ejemplo y un conjunto de buenas métricas y mapas de eventos. Y ese ejemplo es un chico nacido en San Sebastián, de nombre Martin Zubimendi, uno de los múltiples secretos mejor desvelados, que no guardados, por el proyecto de Roberto Olabe e Imanol Alguacil.
Imagen y semejanza del equipo, Martin Zubimendi despliega todas las virtudes que se pueden argumentar de su equipo a nivel colectivo, siendo muchas de ellas identificables por los datos y otras menos. Trataremos de explicar cómo el centrocampista de 23 años ha comenzado a sonar para grandes equipos y qué le hace tan estable como jugador y tan adecuado para el puesto de mediocentro, una posición que va mucho más allá de cualquier centrocampista.
Cuando un jugador juega por delante de la defensa y por detrás de los atacantes navega en un terreno de difícil valoración desde el punto de vista absoluto, pues su labor pasa más por construir que por crear en lo ofensivo, tomando buenas decisiones y organizando a su equipo para progresar de la forma que mejor potencie las características de sus compañeros, y de evitar, anticipar y proteger al equipo antes de que la pelota llegue a zonas peligrosas. Dentro de un equipo tan bien conjuntado como la Real Sociedad, como vemos en su radar defensivo, con una gran apuesta por ser presionante en todo momento, activando la agresividad defensiva y recuperando rápidamente tras perder el balón o no dejando progresar con facilidad al rival, Zubimendi es el equilibrio perfecto.
Siendo un equipo que no solo presiona mucho sino que tiene un gran porcentaje de acciones defensivas peligrosas (acciones realizadas a más de 40 metros de tu portería), el mediocentro tiene que mantener un alto grado de concentración y atención sobre la salida del rival, en corto o en largo; decidir cuando ir a realizar el tackle -si el rival está de espaldas o controla defectuosamente- o si es en largo, manteniendo atención a las vigilancias para frenar con un duelo aéreo. Veamos, entonces, cómo se desenvuelve Martin Zubimendi en estas cuestiones.
Zubimendi es un jugador de 181 centímetros, sin apenas explosividad ni envergadura o músculo. ¿Parecería difícil que ganara habitualmente duelos aéreos, tackles o robos en campo contrario, verdad? De hecho, su radar estándar, el que selecciona las métricas más comunes en un centrocampista, habla de un jugador que tampoco destaca especialmente en según qué métricas y roles de juego.
Sin embargo, si retocamos el radar para encontrar más información que pueda ser interesante para ir desvelando ese famoso equilibrio que debe tener un mediocentro entre la defensa y la organización del ataque, vemos como Zubimendi es uno de los mejores mediocentros de La Liga, tanto en el presente como en el futuro (jugador de 23 años). Zubimendi presenta un rendimiento realmente extraordinario en los duelos, tanto terrestres como aéreos (ganó 99 de los últimos 142 duelos aéreos disputados), a pesar de no presentar grandes virtudes físicas. Todas van en consonancia con su talento para leer el juego, reconocer a su equipo y mantener una concentración y lectura completa de todo tipo de situaciones.
Esto se refleja en los mapas de eventos, donde vemos su capacidad para ganar duelos aéreos en todo el campo, muchos de ellos en las dos áreas, a pesar de medir poco más de 1,80m. En estos tres mapas podemos ver su talento y capacidad defensiva para medirse por arriba con los rivales y también para meter la pierna o hacerlo en situaciones de presión tras pérdida. En el mapa de la derecha, vemos sus recuperaciones rápidas y acciones agresivas (tackles realizados menos de dos segundos después de que su equipo pierda el balón). Su nivel defensivo es altísimo, equilibrando al equipo y concediendo grandes posibilidades de rehacer los ataques y desbaratar muchos otros gracias a su colocación, concentración y calidad y determinación para meter el pie en el momento preciso y con la intensidad perfecta para robar.
Por último, comparamos su rendimiento con todos los mediocentros de La Liga en dos métricas indispensables para dicha posición, tackles/fue regateado y porcentaje de retención de balón, viendo como se sitúa entre los mejores, en el cuadrante superior derecha.
Somos Driblab, una consultora especializada en el análisis estadístico de jugadores y equipos; nuestra labor se centra en asesorar y minimizar el riesgo en la toma de decisiones en el fútbol profesional en áreas relacionadas con la detección de talento y evaluación de perfiles. Nuestra base de datos cuenta con más de 200.000 jugadores y más de 180 competiciones diferentes, abarcando así información de equipos de todo el mundo. Aquí puedes conocer mejor cómo trabajamos y qué ofrecemos.
