Después de haber rozado ese título un año antes, el 25 de abril de 1981 la Real Sociedad ganó la liga española por primera vez en su historia. Si echamos un vistazo a aquella plantilla, veremos que un chico de 17 años llamado José Mari Bakero jugó algo más de 1.400 minutos. Aunque no fuera algo común, en el pasado era algo más probable ver a jugadores llegar pronto a esas cifras. En cambio, a día de hoy jugar la cantidad de partidos acumulada por Bakero aquel año es casi imposible para un futbolista de esa edad. Pero para Ansu Fati no parece haber barreras. Tras comenzar la temporada como jugador del Juvenil A, el bisauguineano ha disputado 1.503 minutos en el primer equipo del Barcelona.
Más allá de su volumen de partidos, debido a las cifras que ha tenido esta campaña en parámetros avanzados, en Driblab consideramos que Fati va a ser un jugador sobre el que el Barcelona puede construir un proyecto a largo plazo. El club atraviesa un momento muy delicado y este verano saldrán jugadores con un rol pesado. Y quizás él no está todavía listo para sustituirlos, pero creemos que en esta nueva temporada debería superar los 2.000 minutos y seguir evolucionando. Porque su potencial es real.
En esta gráfica vemos atacantes sub 23 que han disputado al menos 600 minutos este año en un combinado de diez ligas europeas. El eje Y corresponde al promedio de goles anotados (excluyendo los penaltis) por 90 minutos de cada jugador, mientras que el eje X corresponde al promedio de toques en el área rival.
Fati es un jugador muy profundo que aparece frecuentemente en los metros finales y con personalidad suficiente para tomar muchos remates (2,57). Y el hecho de que en su primer año en el fútbol profesional sobresalga de este modo entre jugadores varios años mayores que él hace pensar que puede marcar grandes diferencias en el futuro.
Si nosotros echamos un vistazo a sus métricas, veremos que es un jugador muy centrado en la finalización, pero que tiene una gran capacidad de asociación. Su porcentaje de acierto en el pase (84,5%) lo sitúa cerca del top 10% de extremos de las grandes ligas. Tiene un buen promedio de pases clave en jugada (1,02), aunque debe mejorar su timing en acciones de uno contra uno. Su ratio de efectividad en el regate ha sido muy bajo esta temporada (42,6%). Lo que está fuera duda es su producción en el remate.
Aquí podemos ver las finalizaciones de Ansu Fati en las tres competiciones que jugó en 2019/20. Es usual que un jugador de su edad todavía no haya desarrollado bien su capacidad de disparo, pero él ha mostrado un grado de precisión alto en estas acciones, marcando 8 goles con situaciones que sumaban 6,8 goles esperados. A la derecha podemos ver las ocasiones que ha generado. Sin haber sobresalido en esta faceta, ha acumulado 3,3 asistencias esperadas. Pese al mal momento que atraviesa el Barcelona, creemos que este es un jugador en el que confiar en los años venideros.
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