El Global Player Index (GPI)
El Global Player Index (GPI) es un sistema estandarizado de calificación de futbolistas que los evalúa en función del nivel de su equipo y el de sus rivales, del rendimiento en los partidos disputados y de su disponibilidad. Inspirado en el sistema Elo, garantiza que las valoraciones reflejen entornos competitivos reales en lugar de partir de valores arbitrarios.
El sistema GPI se compone de dos elementos clave:
- Cálculo inicial del GPI: determina la puntuación de inicio de un jugador en función de su liga y de su equipo.
- Actualizaciones del GPI: ajusta la puntuación de un jugador tras cada partido en función de su rendimiento, el nivel del rival y los minutos jugados.

Paso 1: Inicialización del GPI
El GPI inicial de un jugador se asigna en función del Elo de su liga y del Elo de su equipo, de modo que comienza con una puntuación representativa del nivel competitivo de su entorno más cercano. Este enfoque sigue los principios de las clasificaciones Elo, asignando el valor inicial de un jugador en relación con la competencia existente en lugar de basarse en un punto de partida arbitrario.
Esto garantiza que:
- Los jugadores que debutan en ligas de mayor nivel parten con un GPI más alto que aquellos en ligas inferiores.
- Los jugadores de equipos fuertes dentro de una misma liga reciben un GPI inicial superior al de los que juegan en equipos más débiles.
- El sistema no asume la calidad del jugador, sino que lo sitúa dentro del contexto competitivo en el que se incorpora.
Aunque el GPI inicial refleja el nivel de competitividad del entorno más próximo, no determina la trayectoria a largo plazo del jugador. El rendimiento partido a partido dicta cómo evoluciona el GPI, corrigiendo rápidamente las valoraciones que se encuentren o muy por encima o muy por debajo. Además, en caso de que un jugador sea traspasado entre ligas, el GPI del jugador no se reinicia, ya que su calidad no cambia por el hecho de cambiar de competición. Su puntuación se ajustará naturalmente a través de sus actuaciones en el nuevo entorno.

Paso 2: Actualización del GPI tras cada partido
Una vez que un jugador tiene un GPI inicial, este se ajusta dinámicamente después de cada encuentro en función de su rendimiento, el rival y el resultado del partido. El proceso de actualización sigue un sistema de puntos similar al Elo:
- Rendimiento superior al esperado → El jugador gana GPI.
- Rendimiento inferior al esperado → El jugador pierde GPI.
Factor de Escala (K = 15)
El grado en que un partido influye en el GPI está controlado por un factor de escala (K = 15), elegido por los siguientes motivos:
- Mantiene la consistencia con los cálculos Elo de ligas y equipos.
- Evita una volatilidad excesiva en las puntuaciones.
- Equilibra estabilidad y adaptabilidad, reflejando tendencias a largo plazo sin reaccionar en exceso a fluctuaciones puntuales.
Expectativa Ajustada
El componente de expectativa determina cuánto impacta el rendimiento en el GPI:
- Buen rendimiento → La recompensa es mayor cuanto más difícil sea superar las expectativas.
- Mal rendimiento → La penalización es más fuerte cuando las expectativas eran altas.
Minutos Jugados
El factor de minutos jugados asegura que las actuaciones más largas tengan mayor peso en los ajustes del GPI:
- Apariciones cortas → Contribuyen menos, aunque tienen impacto.
- Partidos completos → Aplican el ajuste completo.
- La función logarítmica evita que pequeñas diferencias (p. ej., 85 vs. 90 minutos) tengan un peso desproporcionado.
Jugadores que no participan
Cuando un jugador no participa en un partido (0 minutos), su GPI declina gradualmente para reflejar la inactividad. Esta caída se modela con una penalización logarítmica basada en los partidos consecutivos ausentes:
- Faltar 1–2 encuentros → Penalización leve.
- Faltar una temporada completa → Descenso sustancial pero no catastrófico.
- La caída logarítmica evita castigos desmedidos en caso de lesiones largas.
