El fútbol europeo está prácticamente de vacaciones y ahora miramos al continente americano, específicamente a la MLS. El escaparate de la Major League Soccer atrae continuamente a equipos que buscan talento joven y emergente. En los últimos años, la liga no solo ha exportado a futbolistas con potencial, sino que lo ha hecho consiguiendo, ademas, una rentabilidad económica impensable hace años.
Los 16.5 millones de euros que dejó Miguel Almirón en las arcas de Atlanta United suponen la diferencia más grande que ha obtenido un club de la MLS tras la compra y posterior venta de un futbolista.
Hay 5 operaciones que superan los 10 millones de beneficios. Todas excepto la de Miguel Almirón han ocurrido en los dos últimos años.
Quizá alguno de los 6 futbolistas sub23 que os presentamos hoy se convierta en otra gran operación en la MLS.
Obed Vargas – 2005 – Seattle Sounders
Este mediocampista de doble nacionalidad (chilena y americana) es el futbolista más joven y también el más pequeño (1.75) de nuestra lista. Lo definiríamos como un futbolista para controlar los partidos desde el doble pivote, más cerca de ser un ‘8’ que un ‘6’.
El perfil de controlador le vendría pintado: está en el 20% de mediocentros que mejor porcentaje de pases completados promedia (87.8%) y en el 15% en términos de seguridad, con una media de 0.07 pérdidas de balón por partido. Tiene técnica para dirigir a su equipo y peso con balón. Es el 8º mediocampista que más participa en la construcción del juego (0.6 xG en Construcción por partido).

Ademas, aparece por zonas ofensivas. Con 38, es el 4º futbolista de Seattle que más ha tocado el balón en área rival. Teniendo en cuenta que la formación más frecuente de Seattle es el 3-4-3, las progresiones de Vargas, ya sea con pase o en conducción, ayudan en gran medida al equipo a hacer llegar el balón a los futbolistas de ataque.
La otra cara de su perfil es su limitada relevancia defensiva, es un jugador que está por debajo de la media en cuanto a acciones defensivas y está ligeramente por encima de la media en los duelos defensivos (es regateado en 1 de cada 4 tackles que intenta).
Jack McGlynn – 2003 – Houston Dynamo
Si tu equipo está buscando un especialista en banda, que con sus pases mire constantemente hacia la portería rival y pueda centrar el balón al área y encontrar al rematador de turno, no mires más allá: Jack McGlynn es tu hombre.
El problema es si quieres algo más. En ese caso, deberías pasar a la siguiente opción. Porque poco más hay en el fútbol de McGlynn.
En una cara de la moneda: entre los 60 extremos que hay en la MLS, McGlynn es el 3º que más pases completados al área en jugada promedia, el 2º con más progresiones de balón y el primero que más centros completa (3.21).

En la otra cara de la moneda: entre los 60 extremos de la MLS, McGlynn ocupa el puesto 52 en regates completados por partido, el puesto 55 en xG generados por encuentro y el puesto 60, es decir, el último en toques en el área rival.
En resumidas cuentas, siendo McGlynn un futbolista ya provechoso, tiene cualidades para ser mucho más de lo que es. Esto lo vemos reflejado en su rendimiento de cara a puerta: posee un gran habilidad para el disparo, pero su selección de remates es pobre.
Dispara 2 veces por partido, situándose sobradamente por encima de la media, pero solo genera 0.07 xG por partido. El 80% de sus remates han tenido un valor en xG que no supera los 0.05. Solo 6 de sus 30 remates se han producido desde dentro del área.

Confía en su remate por encima de las posibilidades del mismo.
Carlos Garcés – 2001 – LA Galaxy
Carlos Garcés es un central que defiende. Es un defensor, digamos. Todo eso de filtrar pases, ser el primer mediocampista del equipo y construir juego no va con él. Pero defiende, achica, es veloz y se impone. Y tampoco es un desastre con balón.
Su fuerte está en el duelo con el rival. El central colombiano se impone en casi 7 de cada 10 duelos defensivos. Es el 11º central con mejor porcentaje de duelos defensivos ganados.

Su técnica defensiva es buena porque intenta reducir al máximo el espacio disponible para el atacante, le obliga a ir a banda y cuando llega ahí se pega, le choca y le mete la pierna para recuperar el balón. Decide bien los momentos en los que hacer el tackle o entrada.
Ejecuta con consistencia: promedia la 6º cifra más alta de tackles con éxito por partido y el 6º mejor porcentaje de éxito (89.1%). Cifras muy notables.
El debe en el juego de Garcés está en su habilidad como central pasador. No es fiable a la hora de sacar el balón jugado. Es el 3er central de la MLS que más pérdidas peligrosas (pérdidas de balón a menos de 40 metros de tu propia portería) con 1.39 por cada noventa minutos de juego. Aunque su número de progresiones sea alto, es normalmente a través del balón largo, no encontrando por raso a sus compañeros.
Si a Garcés le pides que sea un central cuya labor principal sea defender y le limitas su rol con balón a jugar sencillo, el colombiano se convierte en un central muy rentable.

Kevin Kelsy – 2004 – Portland Timbers
Kelsy es el tercer fichaje más caro de la historia de Portland Timbers al llegar traspasado del Shakhtar Donetsk por 6 millones. Entre medias, una cesión en Cincinnati en la que anotó 7 goles en 1452’. Este año lleva 4 en 692’. Con 20 años y 1.93m de altura, Kelsy que se defiende en el choque y con un notable juego aéreo. Es el 5º delantero de la MLS con mejor porcentaje de duelos aéreos (47.6%) y el 10º con mejor Eficiencia Aérea.
A sus capacidades físicas le suma habilidad para encontrar remate, sobre todo en situaciones de centro lateral o desde la línea de fondo. Esta temporada su eficacia de cara a puerta ha pegado un brinco en comparación con otras temporadas. Su finalización ha pasado de un 19.4% a un 36.4%. Casi 4 de cada 10 remates terminan en gol.

Aún así, es un delantero que remata poco, por lo que habría que esperar a verle en un contexto en el que pudiese sumar más disparos que los 1.43 que promedia en esta MLS 2025. Por lo menos, las posiciones que está encontrando son de buen valor, con su promedio de 0.19 xG por remate.
Diego Luna – 2003 – Real Salt Lake
El mejor jugador joven del 2024 en la MLS tenía que estar en la lista. Luna es un interior de pequeña estatura (1.73m) y fuerte torso que suele cumplir el rol de acelerador en Real Salt Lake. Hablamos de acelerar porque es el que recibe una vez superada la primera línea. Eso se traduce en 13.1 pases progresivos recibidos. Es el futbolista por el que pasan, y en muchos casos, en el que terminan los ataques de su equipo.

Cuando está en el campo, Luna asume peso en la elaboración porque le pertenece el 14% de los xG en Construcción de su equipo. Su relevancia también es capital en la última acción, pues son suyos el 18.6% de los toques en área rival de su equipo y el 14.8% del xG en juego de su equipo.
Ademas de eso, está en el 14% de mediocentros que más rematan por partido (1.66 remates) y en el 15% de mediocentros con mayor participación en secuencias que terminan en remate (5.49 por partido).
Quinn Sullivan – 2004 – Philadelphia Union
Diríamos que Sullivan es el futbolista más completo de la lista en este momento pero quizá el que tiene el potencial más capado. Es un extremo con potencia física que está por encima de la media en una serie de métricas interesantes: remates (percentil 66), regates completados en el último tercio (p. 62), entradas al área en pase o conducción (p. 67), xA en juego (p. 79), eficiencia de centros (p. 96) y profundidad en el último tercio (p. 67).

Es decir, un atacante completo que es capaz de centrar, encontrar remate y combinar parar llegar al área y que ademas puede jugar por ambas bandas.
Su perfil físico tiene aspectos positivos que se reflejan también su juego. Sus movimientos de alta intensidad (High Speed Runs) suponen el 7.82% de su distancia total recorrida por partido y sus sprints suponen el 5.13% de la misma. Ambas cifras están holgadamente por encima de la media.

Esto se refleja en su capacidad para presionar y ser intenso. Es el 3er extremo de la MLS que más presiones exitosas promedia por partido y el 9º que más presiones fuertes completa por encuentro.
En una MLS cada vez más exportadora, estos seis talentos sub-23 son más que promesas: son pistas del camino que sigue la liga. Si alguno acaba brillando en Europa, no será sorpresa—será la confirmación de que aquí se están haciendo bien las cosas.