Al igual que cualquier otra industria, el fútbol profesional ha recibido un golpe fortísimo a causa del Covid-19. Los ingresos de los clubes han caído en picado; incluso algunos de los que se consideraban ‘fijos’, como ha ocurrido en Francia con el grupo empresarial que se encargaba de la emisión de los partidos en TV. Equipos de gran poderío activaron hace tiempo una política de austeridad y en el mercado de verano 2020, en las cinco grandes ligas el gasto en traspasos descendió en un 39,8% con respecto a 2019: se invirtieron 2.200 millones menos que el año anterior. En este contexto de dificultad, el aprovechamiento de oportunidades supone un valor añadido capital. En el Bayern finaliza contrato en junio un jugador plenamente consolidado como David Alaba (1992), internacional por su país, capaz de jugar en diferentes posiciones y con más de 90 partidos de experiencia en Champions League. Adquirir a coste cero a un futbolista así parece lo ideal, pero ¿qué dicen sus datos de rendimiento?
En este radar podemos ver cómo está siendo su desempeño en la campaña actual. Alaba ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el lateral izquierdo, pero la irrupción de Alphonso Davies (2000) y la irregularidad del equipo en la retaguardia hicieron que Hans-Dieter Flick lo desplazase a la posición de central. Y este curso ha jugado casi el 85% de sus minutos en ese puesto. El aspecto en el que más se ha destacado es en el pase y la salida de balón: está muy por encima de la media en cuanto a efectividad en sus pases y sobre todo en la construcción de jugadas que terminan en disparo, participando en 0,40 de los goles esperados generados por el Bayern en cada 90 minutos de juego.
Menos consistentes son sus números en el juego aéreo. Es cierto que participa en pocas disputas por arriba a lo largo de los partidos, pero su porcentaje de éxito en ellas (47,8%) lo sitúa entre los perfiles menos sólidos de la posición en este parámetro, como veremos más adelante. Él sí es un jugador muy efectivo cuando mete la pierna, con un 76% de efectividad en acciones de tackling. Su volumen de entradas buenas o intercepciones por 90 minutos está bajo la media de las grandes ligas, pero debemos tener en cuenta que el Bayern de Múnich es un equipo que tiene el balón mucho tiempo y que expone a sus defensores a menos duelos de lo normal.
En el siguiente gráfico contrastamos algunas métricas de Alaba (en Bundesliga) con las del resto de centrales que han disputado al menos 800 minutos en 2020/21 en las grandes ligas. Las esferas en tono verde oscuro señalan al top 20% de perfiles en ese determinado parámetro; mientras que el rojo marca a los jugadores con peor rendimiento en él. Con ello hemos querido profundizar en diferentes aspectos del juego. El austríaco está entre los mejores en cuanto a progresión de balón (avances de 10 o más metros generados mediante un pase o una conducción) o efectividad en pases que finalizan en el último tercio del campo. Quizás tiene margen de mejora en el desplazamiento en largo. Recientemente se le ha relacionado con el Real Madrid y, por ejemplo, él completa menos pases de larga distancia (4,17) que Sergio Ramos (7,79).
Como hemos mencionado, él no ha mostrado suficiente solidez en los duelos aéreos, una faceta en la que se encuentra en el 40% de los centrales con peores porcentajes. En cuanto a tackles exitosos por 90 minutos, su promedio en el campeonato alemán es de 1,15, en torno a la media de la posición. Sí está cerca de los perfiles más destacados en cuanto a balones interceptados. En todo caso, lo que queda claro es que Alaba es un perfil muy interesante para un equipo que desee construir el juego desde atrás. Su fiabilidad como pasador y su influencia en la construcción de secuencias que acaban finalizándose con un remate lo colocan en el punto de vista de grandes equipos.
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