Análisis de Jugadores

Fatiga y efectividad: ¿Cuánto trabajo es demasiado trabajo?

En Driblab hemos lanzado una investigación sobre el problema de la fatiga en los delanteros para valorar el papel que debería tener esta en el análisis del rendimiento.

El fútbol es un deporte que requiere grandes dosis de agilidad mental. La agilidad mental, por su parte, es un compendio entre claridad en la toma de decisiones y precisión en la ejecución. El futbolista está continuamente valorando: qué marca debo seguir, cómo me voy a orientar para recibir, a quién se la voy a pasar, cómo voy a rematar, etc. Un aspecto clave en la agilidad mental del futbolista es la fatiga. Cuanto más cansado esté, más difícil será pensar con claridad y ejecutar con precisión porque mi agilidad mental habrá disminuido. 

La de delantero es la posición en la que la fatiga más incide y en la que es más decisiva. Sin embargo, al punta cada vez se le pide más: que lidere la presión durante la construcción del juego rival (muchas veces en inferioridad numérica), que gane duelos aéreos, que se pelee con los centrales contrarios, que reciba y cometa faltas y que rompa al espacio, entre otras. Sin olvidarnos de que, después de todas esas acciones, se le exigirá agilidad mental para decidir con claridad y ejecutar con precisión delante del portero.

Piensa en tu delantero al que, extenuado por todo lo que se le demanda, le cuesta ver puerta y termina la temporada por debajo de lo que debería haber marcado. Puede que simplemente no tuviese la eficacia de otros o puede que la fatiga de todo el trabajo demandado por su entrenador esté incidiendo directamente en su falta de gol.

Vamos a investigar de qué manera la fatiga incide en el acierto goleador. Todo girará en torno a la pregunta que sigue: ¿Se debe el bajo rendimiento de los delanteros a una sobrecarga de trabajo?

Trabajaremos en torno a la métrica de Striker Workload, que vendría a ser algo así como “volumen de trabajo de los delanteros”, sobre la que escribió Ali Maxwell en su artículo Have Championship strikers got the yips?. La llamaremos Workload y es la suma de todas aquellas acciones que conllevan un desgaste físico notable y que producen fatiga. En esta entrega echaremos mano de nuestras métricas de XY.

El workload de cada delantero es la suma de las acciones que realiza que suponen una carga de trabajo notable y no están relacionadas con la finalización: interceptaciones, recuperaciones, tackles intentados, duelos aéreos, faltas recibidas y faltas cometidas.

Para que nuestra muestra sea lo suficientemente grande como para dar resultados fiables, hemos seleccionado los datos de las dos últimas temporadas de las cinco grandes ligas (2023/24 y 2024/25). Además, hemos limpiado ese conjunto de datos con dos filtros: tienen que ser delanteros y tienen que haber jugado más de 800 minutos. Un total de 481 delanteros en las dos últimas temporadas cumplen nuestros criterios.

Lo primero que notamos es que los 15 delanteros que más carga de trabajo promedian por partido pertenecen a equipos de media o baja tabla. Por lo tanto, equipos que tienen poco el balón, suelen ser directos y no basan sus ataques en combinaciones elaboradas.

Aún así, tenemos que fijarnos en la distribución para saber si hay más o menos delanteros que se fatiguen mucho.

El 54% de los delanteros no se fatigan mucho. Sumados a ellos hay 28 que prácticamente no realizan acciones que conlleven un esfuerzo considerable. Por lo tanto, 6 de cada 10 delanteros tienen una carga de trabajo ligera o muy ligera.

La primera conclusión la extraemos de la distribución del trabajo. Consideramos que un delantero está cargado de trabajo cuando supera las 10 acciones de workload por partido. Es decir, que están en el 40% que promedia 10 o más esfuerzos.

Ahora que ya sabemos cómo se distribuye el trabajo, vamos a fijarnos en la habilidad para marcar goles. Primero, cómo se reparten los delanteros entre aquellos que terminaron la temporada por debajo o por encima de su xG (goles esperados). 

237 delanteros finalizaron la temporada con una cifra de goles por debajo de la esperada. Un 49.1% del total. Entre ellos, destacan las campañas de Kike García (23/24), que se saldó con una diferencia de -5.86, y de Cyle Larin (23/24), con un saldo de -6.46, ambos delanteros de equipos de zona media o baja en LaLiga.

En la otra cara de la moneda destacamos a Sorloth entre el 47% de los delanteros que sí marcaron por encima de lo esperado. El ahora delantero del Atlético de Madrid consiguió 17 goles más de los que debería si sumamos sus dos últimas temporadas en el campeonato español. En sus tres últimas campañas, contando con la actual, Sorloth acumula 46 goles de 27.7 xG.

Ahora ya sabemos cómo se reparte la carga de trabajo y también sabemos qué porcentaje de los delanteros estuvieron por encima o por debajo del xG que generaron. El siguiente paso consiste en investigar de qué manera y con qué consecuencias se combinan fatiga y acierto en la falta de eficacia de cara a portería. 

Nos vamos a fijar concretamente en aquellos delanteros que se cargan de dosis importantes de trabajo durante el partido. Es decir, aquellos con un workload o carga de trabajo de 10 o más esfuerzos.

En las dos últimas temporadas de las cinco grandes ligas hubo 193 delanteros que promediaron un mínimo de 10 esfuerzos considerables por partido. De entre todos esos, el 59% se quedaron por debajo de su cifra de xG, o de lo que debieron haber marcado. 

Si tu estilo de juego obliga al delantero a fatigarse más que la media, como entrenador tendrás que considerar que las posibilidades de que no sea efectivo son considerablemente más altas que de lo contrario.

Afirmamos entonces que a medida que crece la carga de trabajo, crece el número de jugadores con un rendimiento bajo de cara a puerta (los que no superaron su xG). Cuando cogemos la muestra total, como hemos visto, el porcentaje de delanteros que se quedaron por debajo de lo esperado sería del 49%. En cambio, cuando buscamos solo entre los que se fatigaron más que la media, ese porcentaje sube hasta el 59%. Un cambio notable.

La diferencia es muy palpable entre aquellos que sí terminaron la temporada por encima de lo esperado. 155 de los 228 delanteros que marcaron más goles de los que deberían haber conseguido tuvieron una carga de trabajo limitada o muy ligera. 

Si quieres priorizar la efectividad, tu delantero tendrá que evitar cansarse mucho. Esta es una conclusión significativa: la extensa mayoría de los jugadores que mejoraron su xG se fatigaron poco o nada durante los partidos. En casi 7 de cada 10 casos, un delantero fresco, con agilidad mental, es un delantero que va a marcar más de lo que se espera. 

Cuanto más trabajo de desgaste acumula un delantero, mayor es el riesgo de que pierda eficacia. Y aunque no todos los jugadores fatigados se quedan por debajo de su xG, casi la mitad de los que lo hacen pertenecen precisamente a los grupos con el workload más cargado.

La relación entre carga de trabajo y eficiencia ante el portero rival se puede intuir, pero debería tener mayor presencia a la hora de evaluar el rendimiento global de los delanteros. Es un aspecto estructural en su evaluación. Nuestros datos muestran que en el fútbol de élite exigirle al delantero que sea el primer defensor, que gane duelos y consiga faltas tiene un impacto directo en aquello que más condiciona los resultados: su habilidad para marcar goles.

Cuanto mayor sea la cantidad de acciones de desgaste que acumule un punta, mayor es el riesgo de que su agilidad mental en el momento clave disminuya y, con ella, su eficacia. Y la eficacia son puntos que se pueden echar de menos a final de curso. Los porcentajes son claros: los delanteros con una carga de trabajo alta son mucho más propensos a terminar la temporada por debajo de lo esperado. Y los que mejoran su xG lo hacen, en la mayoría de casos, manteniéndose frescos y participando en menos esfuerzos que impacten en su lucidez.

Con esto no queremos decir que un delantero no deba trabajar, sino que cada decisión del entrenador que aumente la fatiga del delantero tendrá un coste oculto que se puede revelar en los lugares más sensibles: los controles en el área, la velocidad gestual, la precisión en el remate.

Con esta investigación pretendemos remarcar la importancia de la fatiga en el análisis de rendimiento y cerramos con una reflexión: si quieres que tu delantero marque más, quizás tengas que pedirle menos. 

Apúntate a nuestra newsletter hoy

Lanzamos un boletín cada semana con diferentes análisis, nuevas métricas, nuevos talentos e informes estadísticos.

Empieza ahora

Contáctanos. solicita tu demo. ANTICÍPATE.